Transformación Cultural a través del Teal Thinking

Muchos de los que hemos trabajado en modo Agile, bien sea como Scrum Master, Agile Coaches, Product Owners o desarrolladores en equipos Scrum o Kanban, sabemos que estamos teniendo muchos problemas para poder hacerlo en las organizaciones. Es difícil tener equipos multidisciplinares con todas las habilidades que necesitamos cuando estamos organizados en departamentos estancos, Nos cuesta colaborar cuando nuestras empresas nos ponen objetivos individuales y nos miden de esa manera. Además, es difícil autoorganizarse cuando hay jerarquías y es difícil tomar decisiones cuando hasta el Jira viene impuesto por la organización. ¿Agile no iba a cambiar el mundo?

Podemos pensar que el ordenador ha cambiado el mundo, nos ha dado opciones increíbles, y cuando lo hemos metido en un formato pequeño en un dispositivo llamado “móvil” ¡hemos transformado el planeta! Sin embargo, si le hubiéramos dado un portátil a una persona de la Edad Media, seguramente lo habría usado como posavasos. Si hubiéramos intentado explicarle las opciones que permite, no nos habría creído, es más, puede que hubiéramos acabado quemados en la hoguera.

El problema con Scrum y el Agilismo es que proponen una manera diferente de hacer las cosas. Seguramente, más cercana al mundo startup, donde cala más fácilmente, que en las grandes corporaciones donde, a pesar de tener muchos recursos, no son capaces de usarlos de manera eficiente, para lograr generar software que resuelva las necesidades de sus customers de manera rápida. Las grandes corporaciones tratan de lanzar grandes y costosos productos cada mucho tiempo, lo que les permite adaptarse peor al mercado.

¿Y si estamos introduciendo Scrum en personas que no han sido entrenadas para ello? No hablamos de formarlos a nivel de conocimientos, eso lo hacen muchos. Podemos ver este artículo que trata sobre si las organizaciones están preparadas para ser ágiles, o este otro sobre lo difícil que es ser autoorganizado y multifuncional. En estos artículos, se trata de cómo entrenarlos en la cultura de la toma de decisiones, la libertad, y la responsabilidad logrando que nuestro trabajo aporte valor.  

Para conseguir eso, las organizaciones necesitan afrontar un cambio profundo, orientado fundamentalmente a la cultura y a la manera en la que las personas se comportan. La cultura marca nuestra manera de ser, porque en cada organización hay: comportamientos esperados, comportamientos deseables, comportamientos inaceptables, y comportamientos previstos. Lo curioso es que, en las organizaciones, se exige cada vez más que las personas sean responsables y estén comprometidas, y eso no aparecerá imponiendo Agile o Scrum. Las personas se comprometen con aquello que deciden, con aquello en lo que creen.

Frederic Laloux estudió diferentes organizaciones que asociaba con los niveles de la conciencia humana. En un resumen muy rápido, tenemos: las organizaciones Rojas (impulsivas), Ambar (conformistas), Naranja (Logro), Verde (Pluralista) y Teal.

Teal es un color (en español sería cerceta), entre verde-azul, que representa a organizaciones donde la toma de decisiones es individual, pero con arreglo a lo colectivo. El lema es: “no repartimos el poder, hacemos que todas las personas se sientan poderosas”. Fomentan que una persona pueda tomar una decisión (incluso económica), siempre que pregunte a personas que tengan conocimiento en la materia y a todas aquellas personas que se vean afectadas por dicha decisión. Esta manera de pensar requiere de un cambio mental bestial en las organizaciones, es lo que llamamos el Teal Thinking.

Las organizaciones Teal tienen la capacidad de adaptarse constantemente, eso les permite superar a su competencia gracias a que superan los retos más rápidamente. Por eso, en este tipo de organizaciones Scrum o Kanban se incorporan sin problemas, podemos saltarnos los “impedimentos organizativos” si pensamos que así damos un mejor servicio a nuestros customers. Esto es así porque las personas que incorporan este pensamiento tomarán acciones para eliminar esos impedimentos rápidamente. En definitiva, podemos ser mejores, hacer las cosas bien y dar un mejor servicio pero necesitamos cambiar nuestra cultura, no nuestros métodos de trabajo.

El Teal Thinking irá apareciendo poco a poco, es un cambio de conciencia, lo que supone que a las personas del estado anterior les costará mucho entenderlo. Exactamente lo mismo que le ocurre al medieval con el portátil, es difícil que lo entienda. Por eso, esto no solo requiere de un cambio de reglas o de la introducción de Scrum, esto va de entrenar, de crear un entorno seguro donde experimentar y donde dejar que el talento de las personas florezca para que la organización sea mejor. ¿Acaso crees que las personas que trabajan en un sitio donde pueden tomar decisiones no se levantarán con ganas de luchar por su empresa?
Por eso, en NeuronForest queremos ayudar a las personas, equipos y organizaciones a ser mejores, y así, cambiar el mundo. ¿Hablamos?

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