Para comenzar la transformación de cualquier sistema lo primero que debemos conocer es el punto de partida, cómo es la cultura actual. Tal y como nos marca el primer valor del Manifiesto Agile: Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas.
Inicialmente ponemos el foco en cómo son esas interacciones y las personas que forman el equipo. Usamos herramientas como el análisis Schneider o el modelo de motivaciones SCARF para saber el tipo de cultura existente en el sistema actual.
Además, mediante entrevistas analizamos qué personas pueden considerarse movilizadoras (en las que apoyar el cambio), movilizables (que podemos activar) e inamovibles (aquellas que pueden frenar la transformación).
Con toda la información obtenida mapeamos la situación de partida lo que nos dará la posibilidad de afinar mucho más la fase de ejecución.