Una empresa existe porque hay un mercado de clientes que demandan sus productos y servicios para satisfacer una necesidad. Cumplir con esta función “social” es el verdadero motivo por el que la empresa existe.
La historia de las empresas está sembrada de fracasos de organizaciones que tenían como único propósito hacer dinero. La cultura de las nuevas generaciones aún complica más la existencia de este tipo de organizaciones.
En contra lo que se pueda pensar, tener una misión, visión y valores sólidamente definidos es de máxima utilidad para establecer la estrategia y desarrollar la cultura de la organización. Se convierten en el timón con el que dirigir el barco.
Como consultores facilitamos las sesiones de trabajo para definir y revisar estos aspectos y cómo se están articulando en la organización.